Desde tiempo inmemorial, cada lunes de Pascua de Resurrección, el pueblo todo, acude en fraternal romería a la ermita de Santa María de los Hitos (siglo XVI), situada a una legua de distancia, en el lugar donde, según tradición, se apareció la Señora.
Muy interesante la puja a la llana de las andas de la Virgen, para entrarla en su ermita.
Esparcidos por la pradera, se forman incontables grupos de familias y de amigos/as jóvenes, los últimos ataviados con los trajes típicos de la región, cantan y danzan sin cesar, componiendo una idílica estampa multicolor, rebosante de alegría y vida.
La comida obligada es el tradicional frite o caldereta de cordero o cabrito, cocinado "in situ" y en la hoguera recién encendida, se verá complementada con la degustación de los mejores embutidos de la matanza y los exquisitos quesos de cabra y oveja.