Realmente es un gran pozo, de forma cuadrada y de una fábrica impecable. El entorno no puede ser más bonito, con bellas vistas de la población y de la gran dehesa de la penillanura trujillano-cacereña.

Tiene una reja instalada recientemente para evitar peligros, y es que cuando te asomas ves una gran inmensidad que te lleva a muchos interrogantes. Se ve como el espacio se ensancha hasta límites desconocidos, pues la oscuridad impide ver los límites. Un gran arco sujeta toda esta estructura.

También hay una mesa y bancos construididos con piedras. Un lugar ideal para el paseo, para la merendilla y tomar algo de aire.